España Ingobernable

ESPAÑA INGOBERNABLE 


 

Ingobernable porque no se deja gobernar. Porque quiere gobernarse.

España porque esa es mi experiencia.  Mi raíz es mesetaria. Pero igualmente podría decir Cataluña, Murcia o el barrio del Gamonal, en Burgos. 

Un relato de aquellas ocasiones en que el pueblo, los de abajo, la ciudadanía, la chusma, se ha organizado en la calle para luchar por los derechos y las libertades públicas. Desde la segunda República hasta hoy. La narración se compone de texto propio y ajeno: poemas, discursos, noticias, canciones. 

 

1511172437-61429.gifRECORTE DE PRENSA

 

Mientras Albert Rivera iniciaba su pre-campaña electoral viajando a Venezuela y Mariano Rajoy trataba de explicar por qué le dice a los españoles que España va bien mientras a la Comisión Europea le promete nuevos recortes a los ciudadanos, Pablo Iglesias se acercaba este martes a ver ‘España Ingobernable’, el emocionante recital de textos indignados e indignantes que ofrece Alberto San Juan en la Sala Mirador, dentro del festival Surge Madrid. Queda un día para verlo.

 

Estremecedores versos de Lorca, Cernuda, Miguel Hernández, Ángel González, Gloria Fuertes, Jorge Reichmann, Albert Pla. Frente a esas palabras de dignidad, las ofensas proferidas por Franco, el general Mola, el general Queipo de Llano, y la tibieza mostrada por personajes de las últimas décadas como Juan Luis Cebrián y Felipe González frente al ejercicio de una democracia directa, auténtica y en profundidad. La dignidad humillada que acaba convirtiéndose en humillación. Una selección de textos y canciones indignados e indignantes que repasan la historia de España desde la Segunda República hasta el día de hoy; de hecho, el espectáculo termina con un “nos vemos el 26 de junio”. Eso son en esencia los 75 minutos de España Ingobernable, un recital austero y emotivo creado y puesto en escena -con voz y guitarra- por Alberto San Juan y Fernando Egozcue, presentado en la Sala Mirador de Madrid los días 24, 25 y 26 de mayo.

 

Alberto San Juan recita, habla y canta. Desde el Lorca de Poeta en Nueva York al Albert Pla de Majestad, uno de los momentos cumbres de la obra. Hay muchos momentazos en España Ingobernable. 

 

Pero en España Ingobernable no encontramos sólo indignación social, hay también una exaltación del amor, el compañerismo y la libertad. Y pudimos escucharlo unos días después de que la Delegación del Gobierno en Madrid permitiera una manifestación en el centro de la ciudad de neonazis homófobos y xenófobos, y el mismo día en que la Policía quiso imponer una multa de 600 euros a una mujer en Madrid por llevar un bolso con las iniciales ACAB (All cats are beautiful), que también se refieren en otras circunstancias a All cops are bastards, famosa expresión inglesa que procede de 1977 y se popularizó con una canción en los 80. Digamos que gracias a la Ley Mordaza en España ya se puede multar con 600 euros a cualquiera que exhiba un eslogan que a cualquier policía le resulte ofensivo, sin necesidad de pasar por un juez. Libertad de expresión y democracia de alta calidad. De ahí a meter en la cárcel a quienes no piensan como ellos tampoco va un trecho muy largo. Y San Juan recordó algunas frases que estremecen, pero no de belleza, sino de pavor. Esas en las que el general Mola declaró que mataría incluso a su padre si lo viera en las filas de los que no piensan como él; esas en las que Queipo de Llano pidió arrancar cualquier vestigio de hombre rojo en España; esas en las que Franco, nuestro dictatorial Jefe de Estado durante 40 años, pidió “expurgar” a todos los maestros para darle la vuelta al sistema educativo en España y que fuera fiel al pensamiento nacional-católico.

 

Frente a las botas militares, la represión y las palabras de miedo, la bella poesía de amor y libertad de Luis Cernuda, Si el Hombre pudiera decir lo que ama:

 

“Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien

cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;

alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina

por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,

y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu

como leños perdidos que el mar anega o levanta

libremente, con la libertad del amor,

la única libertad que me exalta,

la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:

si no te conozco, no he vivido;

si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido”.

 

Alberto San Juan quiere llegar hasta nuestros días recordando la poca calidad democrática del sistema instaurado en España tras la Transición, recordando a Juan Luis Cebrián, presidente del grupo de comunicación Prisa, cuando escribió que la abdicación de Juan Carlos I en su hijo Felipe VI respondía “al orden natural de las cosas”; a Felipe González, cuando declaró que hay decisiones y responsabilidades que los gobernantes no pueden transferir a los ciudadanos, porque es una presión psicológica demasiado grande para el pueblo; o al sociólogo Juan José Toharia cuando advertía del riesgo de caer en el “vértigo plebiscitario”, que la gente quiera decidir sobre todo.

 

Queda solo un día de función, la sala es pequeña, pero es imperdonable perderse España Ingobernable, que termina con una llamada a que “empecemos a vivir”. Seguro que con esa presión, San Juan y Egozcue se ven obligados a hacer nuevas galas. Traspasémosles esa responsabilidad.

 

Rafa Ruiz - El Asombrario - 26/05/2016

 

Autor/a: Alberto San Juan Guijarro y Fernando Egozcue
Director/a: Alberto San Juan Guijarro y Fernando Egozcue
Intérpretes: Fernando Egozcue y Alberto San Juan Guijarro
Diseño de iluminación: Raúl Baena
Música original: Fernando Egozcue
Dramaturgia: Alberto San Juan Guijarro

 

 

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